El sector de la producción hortícola abarca muchas situaciones diferentes con distintos requisitos que varían en función tanto del tipo de plantación, por ejemplo, protegida o en campo abierto, como del uso previsto, por ejemplo, para el mercado de productos frescos o la transformación industrial.
La variabilidad de la producción requiere, por tanto, un enfoque diferente que varía de una situación a otra. Por ejemplo, en el caso del cultivo protegido en invernaderos, las rotaciones de cultivos serán mucho más intensivas, mientras que en el campo abierto, la variabilidad climática será un componente fundamental para el éxito del cultivo.
La variabilidad de la producción requiere, por tanto, un enfoque diferente, que varía de una situación a otra.